domingo, 18 de septiembre de 2011

Performance sin acción

Su vida: sin acciones ni verbos



El movimiento de las olas, el aire y el fuego. Azul, verde y amarillo.
El cuerpo como un todo.
El cuerpo marcado, fuera de sus contextos naturales.
El cuerpo y el arte sin formulas ni reglamentos.
Salvajes, osados e irreverentes.

Maria Jose Arjona, colombiana de sangre. Un leopardo salvaje marcado por su pasado, por el pasado común de la selva en llamas.
La bailarina interior corta e interrumpida. Su cuerpo: el universo, un lienzo o una foto: la obra misma. Territorio de viajes: Asia, Europa, América. Su cuerpo, su tiempo, su ser.

Marina Abramovic, "abuela del performance", la osa mayor: Salvaje, agresiva, con fuerza y pasión. La magia corporal y el misticismo. El camino con final. La llama y su tiempo. Protectora de su tribu y de sus cachorros experimentales.

Robert Wilson un lobo salvaje del norte. Explorador, experimentado, protector de su camada, de la creatividad y la verdadera expresión. Cazador de espacios y tiempos precisos. Acompañado y acogido por su manada de artistas soñadores.



Su obra: sin acciones ni tiempo



Ella allí, con su diamante. Contra la parad, de frente en un círculo de luz.
Su publico a unos metros de distancia.
Ella ahí vestida de negro. Una mosca en su propia telaraña.
Ella con su cuerpo atento ante cualquier acción violenta.
Una por una las arañas en la telaraña.
La primera frente a ella.
La segunda agresiva, un verdadero insecto con veneno.
Actos violentos sin resultados. El veneno más mortal pero la nada misma ante un cuerpo sin respuesta.
Ahí ella con un nuevo él. Él un murciélago feo pero seductor. Él en su telaraña consiente o inconsciente pero sin violencia.
Instantes de treguas y promesas.
Él con su diamante en sus manos.
Ella ahí, sin su joya y con el final de su obra.


Los Personajes


Maria Jose Arjona



Marina Abramovic


Robert Wilson


Sus obras



Maria Jose Arjona
Cuerpo, tiempo y experimentación.




Marina Abramovic
Cuerpo, fuerza y pasión.




Robert Wilson
Color, espacio y tiempo.

viernes, 9 de septiembre de 2011


Un punto de vista estadounidense



Martes, ocho de la mañana, septiembre. Rebecca no puede creer que el momento se acerque. Espera ansiosa a sus ayudantes, maquilladores, modelos. La colección: en los racks debidamente ordenada. Sólo falta que los minutos pasen. Se imagina sus vestidos llenos de movimiento y detalles combinados con las luces de la pasarela. Los primeros bocetos, la inspiración, el pasado, lo que pensó que sería.
Anna tiene el tiempo justo en esa semana. En realidad en esta semana, en la anterior, y en las próximas siguientes. Septiembre es el boom, donde todo estalla.
La noche de ayer fue larga, fiesta combinada con lluvia. Aunque no quisiera, entrevistas, fotos y saludar a Mark eran obligatorios. Tiene que hacerse todo, todo en el menor tiempo posible. Toma su café, mira las calles de Nueva York; su cabeza vuela a otros mundos. Por instantes es posible salir, alejarse de la ciudad y su movimiento. Pero sólo son instantes. Vuelve a su mundo, a la ciudad cosmopolita, a los desfiles, a los eventos, a las próximas publicaciones. Duda sobre la portada de octubre -Carolyn se ve estupenda: su cara brillante, sus ojos seductores, profundos y fugaces, pero el plano americano no le convence-. Sale del auto. Su chaqueta Chanel, clásica y elegante, combina a la perfección con su vestido de flores. La sede del Fashion Week ya está llena.
Martes, mañana, 8:46 minutos del 11 de septiembre. Ya el boom no es la moda, no es el glamour, ni el diseño, ni los colores y las texturas. No, este año no, la burbuja se rompe, el evento se cancela. La fecha será recordada, pero esta vez no fueron las pasarelas las que se robaron las mirada
Terror, lágrimas, nubes de polvo, miedo. El mundo cae, se destruye, los ataques pueden continuar. Miedo. Todo se reduce al deseo de seguir vivo.
La ciudad colapsa.
Anna sólo espera poder hablar con Charlie y Katherin, pero su mente no puede separarse de su mundo. Piensa en los diseñadores jóvenes, en los que han invertido todo para estos días. Piensa en la portada de noviembre, una edición totalmente norteamericana, una edición que sea el símbolo de la libertad. Piensa en una sala para poner unos diez o doce diseñadores innovadores que necesiten ayuda, un evento pequeño pero hermoso. La industria se uniría para demostrar que no serían derrotados.
Viernes, noche, 21 de septiembre. Diez días después Rebecca está ansiosa por su desfile.

Un punto de vista musulmán



Viernes, noche, septiembre. La tarde fue violeta. Magdala moría por salir, respirar, dejar su alma libre. Sólo pudo sentir el aire de la noche, la libertad para ella no existe. Mirando el piso, cubierta por su manto negro, detrás de su esposo, siempre detrás de su esposo. La ciudad está paralizada por lo acontecido hace días. Su pueblo es llamado terrorista. El mundo estalló. Guerra, terror y lágrimas.
Magdala en su mundo, con su cueva impuesta sigue caminando.

Viernes, noche, nueve de septiembre. Diez años después y los conceptos no cambian. El miedo y el terror siguen siendo los mismos. Los mundo ajenos, las distancias enormes: mares, kilómetros y pensamientos que separan. Anna aún lleva su clásico peinado “bob” y Magdala su manto negro.



Fotos


Rebecca Taylor
diseñadora




Nueva York
paisaje


Afganistán
paisaje